SENTENCIA A EX PRESIDENTE FUJIMORI

SE TRATA DE CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD

Aunque tarde, el Poder Judicial se ha reivindicado. La sentencia aplicada al dictador Fujimori reúne cuatro características principales. Es histórica, integral, ejemplarizadora y fundamentada. Es histórica, porque ha sido adoptada por unanimidad contra un ex presidente de la República y sentencia a Fujimori por crímenes contra la humanidad. Es un paso importante en la lucha contra la impunidad, que ha sido la característica de la vida republicana. Es integral, porque abarca a un conjunto de factores y hechos que han permitido probar la “autoría mediata de Fujimori por dominio de autoridad”, desde el aparato del poder del Estado; también porque considera factores agravantes como: la gravedad y extensión del daño causado, la condición de poder del acusado, la característica de ejecución de los delitos y la intervención organizada del aparato del Estado.
Es ejemplarizadora, porque debe servir de freno para que no se repitan más los crímenes que son cometidos por los gobernantes, abusando del poder. ¡NUNCA MÁS ASESINATOS DESDE EL GOBIERNO!. Es fundamentada, porque se explica analíticamente con argumentos sólidos las razones de la sentencia; hay una aplicación rigurosa de la lógica jurídica basada en la realidad. La sentencia ha desbaratado los argumentos de la defensa. Los cuatro casos materia de juicio han sido debidamente probados.
La sentencia ha ratificado lo que siempre he sostenido, que durante la dictadura fujimorista hubo un núcleo de poder estatal, conformado por Fujimori, Montesinos y Hermosa. Se ha probado que la lucha contra el terrorismo fue una política de Estado, bajo la concepción de “guerra de baja intensidad”, que en el Perú se desarrolló bajo la estrategia de “estado contrainsurgente”. Los crímenes de Barrios Altos y de la Cantuta constituyen delitos de lesa humanidad en la que tiene responsabilidad directa Fujimori. Fueron ejecuciones extrajudiciales. Se ha probado que existe responsabilidad penal del Presidente porque fue una práctica sistemática y selectiva las desapariciones forzadas y las ejecuciones extrajudiciales cuya máxima decisión correspondía al ex dictador. Dice la sentencia que “no hay duda que las órdenes venían del presidente”.
Es de esperar que esta sentencia del Poder Judicial se traslade a otros aspectos de la delincuencia como es el caso de la corrupción en las altas esferas del poder, donde hasta ahora prima la impunidad.


Trujillo, 7 de abril del 2009




OSCAR FELIPE VENTURA
DIRIGENTE DEL FRENTE DE DEFENSA DE LA REGION
DE LA LIBERTAD